Como ya se ha demostrado en estudios anteriores (PACTE, 2001), para abordar la traducción jurídica deben desarrollarse la competencia traductora y sus subcompetencias. Entendemos que en esta rama especializada en particular, las dos sub-competencias que resultan más complejas, por las diferencias entre los sistemas jurídicos y, por tanto, la conceptualización de la realidad, la clasificación de los conceptos, la expresión de los institutos, la organización de los textos, entre otros, son la competencia extralingüística, la cual le permite al traductor acceder al contenido semántico especializado de los textos, y la competencia textual, la que le facilita el análisis super-, macro- y micro-estructural del material. Como sostiene Holl (2010),...