Pérdida de soberanía alimentaria: una faceta actual de los países subdesarrollados.

In the current phase of the world economy - globalization - underdeveloped countries are moving even further away from achieving robust, sustainable, supportable, and balanced economic growth among the economic sectors and regions of their territories, which would allow them to reduce poverty and create societies with fewer inequalities. Underdevelopment has increased in these regions due to various economic and political causes, which, moreover, tend to perpetuate themselves. The objective of this article is to explain that one of these causes is the loss of the capacity to feed their populations with internal resources. The methods of study were comparative and deductive, to find common characteristics and to identify trends; historical-logical to address the background; and, based on the analysis of various sources of information, a framework of four variables of the causes of the non-existence of food sovereignty in underdeveloped countries was prepared ex profeso. The research found that two thirds of underdeveloped countries lack food self-sufficiency, a situation that forces them to depend on the purchase of food from the external market, where interests of large transnational agribusiness corporations prevail, which has the effect of gradually distancing them from food sovereignty, as they lack the power to decide on the food of their peoples. The main conclusion is that food insufficiency is no longer a temporary or transitory condition, but a structural or permanent one (exacerbated by the consequences of the COVID-19 pandemic), which is yet another obstacle to the development of these countries. Modifying this situation requires a complete change in the policies of the governments of underdeveloped countries, which have given priority to agribusiness and food security based on imports, abandoning self-sufficiency and deepening food dependence; in addition, leaving small farmers without support, who, even with their limited resources and very few incentives, are the mainstay of world food supply, generating more than 80 percent of the planet’s food. Los países subdesarrollados en la fase actual de la economía mundial -la globalización- se apartan aún más de conseguir un robusto crecimiento económico, sostenible, sustentable y equilibrado, entre los sectores económicos y las regiones de sus territorios, que les permita reducir la pobreza y conformar sociedades con menores desigualdades. El subdesarrollo se ha acrecentado en ellos por diversas causas económicas y políticas que, además, tienden a perpetuarse. El objetivo del artículo es explicar que, una de esas causas, es la pérdida de la capacidad de alimentar a su población con recursos internos. Los métodos del estudio fueron el comparativo y deductivo, para encontrar características comunes e identificar tendencias; el histórico-lógico para abordar los antecedentes; y, con base en el análisis de diversas fuentes de información, se diseñó un marco de cuatro variables de las causas de la inexistencia de soberanía alimentaria en los países subdesarrollados. Con la investigación se encontró que dos terceras partes de los países subdesarrollados carecen de autosuficiencia alimentaria, situación que los obliga a depender de la compra de alimentos en el mercado externo, donde prevalecen los intereses de grandes corporaciones agroalimentarias transnacionales, lo que tiene como efecto un paulatino alejamiento de la soberanía alimentaria, al carecer del poder de decisión sobre la alimentación de sus pueblos. La principal conclusión es que la insuficiencia alimentaria es una condición que ha dejado de ser coyuntural o transitoria para volverse estructural o permanente (exacerbada por las consecuencias de la pandemia por COVID-19), lo que constituye una traba más para el desarrollo de esos países. Modificar esta situación requiere un viraje completo de las políticas de los gobiernos de los países subdesarrollados que han dado prioridad a las agroempresas y a la seguridad alimentaria, basada en importaciones, abandonando la autosuficiencia y profundizando la dependencia alimentaria; además, dejando sin apoyo a los pequeños agricultores, los que aún con sus limitados recursos y muy pocos estímulos, son la base primordial de la alimentación mundial, al generar más de 80 por ciento de los alimentos del planeta.