La traducción de los Diarios de Virginia Woolf (1915-1941), cuya edición completa no se había realizado nunca en castellano, supone un intenso desafío por la complejidad verbal y biográfica de la autora. Aunque estos escritos se imaginaron como un registro de hechos, no de sentimientos, durante el proceso de escritura, la línea entre lo fáctico y lo emocional se fue borrando hasta alcanzar la vida entera y los detalles menores y hasta invisibles de la existencia. Son un mosaico fascinante de escritores, pintores, críticos, reformadores sociales, economistas y políticos decisivos e imprescindibles para entender no solo la literatura y el arte entre la segunda década del siglo XX y la Segunda Guerra mundial, sino también las transformaciones ...