Para acceder a una visibilidad mediática, a una postura reconocible por el público y por sus pares, el traductor se ve obligado a capitalizar espacios de enunciación como los que conceden los prefacios, la crítica o las noticias biográficas. Es gracias a estos espacios, en los que el traductor pone en marcha estrategias discursivas e institucionales que le permiten posicionar su figura y su proyecto de traducción, que este accede al estatuto de traductor-auctoritas, esto es, de instancia dotada de una autoridad simbólica susceptible de conferirle una imagen pública. Un análisis detallado de las estrategias editoriales y de los cálculos institucionales que Baudelaire implementó para posicionar su proyecto de traducción de Edgar Allan Poe nos...