A partir de 1880 se han hecho numerosos esfuerzos infructuosos por explicar la relación de una aparente rueda calendárica marcada por 52 días portadores del año en secuencia regular, con una secuencia enigmática de los nueve Señores de la Noche. La conexión pretendida por el escriba precolombino, sin embargo, era simple. Se explica perfectamente al comprobar que la intrincada secuencia de los nueve Señores de la Noche se convierte en una serie repetida de 20.176 vagos años solares de 365 días, luego de completar dos expansiones periódicas de la aparente rueda calendárica. Estas expansiones constan de (7 x 52) + 1 = 365, y (8 x 52) + 1 = 417, como se muestra en el cuadro 4. Todas las condiciones de la computación calendárica mesoamericana so...