“RESPONSABILIDAD PENAL Y PROFESIONAL EN LA PRESTACION DE SERVICIOS MEDICOS”

La responsabilidad penal es el deber jurídico de sufrir la pena, que recae sobre quien a cometido un delito, esto es, una acción u omisión típica, antijurídica y culpable. Así la responsabilidad penal nace exclusivamente para quien ha cometido el delito, entendiendo por tal quien ha cabido en alguna de la formas de intervención punible previstos por la ley. En otras palabras, la responsabilidad penal, a diferencia de otras formas de responsabilidad jurídica, no trasciende a otras personas. El derecho penal penetra tan profundamente en la libertad, el honor, el patrimonio y en la vida misma de los seres humanos, que se presenta la necesidad imperiosa de circundar su acción con garantías especiales. Por ello existe responsabilidad punible solamente con respecto a acciones que el derecho declara punible. Nuestro Código Penal del Estado de Michoacán en su titulo octavo referente a los delitos contra la administración de la justicia, particularmente en su capitulo II relativo a la responsabilidad profesional y técnica omite varias figuras delictivas y de índole diversa. En la cual los sujetos activos son: a) los dueños o propietarios; b) los directores, encargados o administradores de centros de salud o de cualquier institución donde se presta atención medica y; c) los empleados o dependientes de una farmacia, sobre todos los cuales gravitan penas de prisión, multa, suspensión y servicio a la comunidad por conductas que deben incorporarse a nuestro Legislación Penal Local, con respecto de las primeras y los segundos (dueños y directivos) las hipótesis que deben ser previstos son los de impedir la salida de un paciente, cuando este o sus familiares lo soliciten, aduciendo adeudos de cualquier índole e igualmente retener sin necesidad a un recién nacido argumentando adeudos