La aparición de la informática y el uso de comunicaciones digitales han ocasionado muchos problemas de seguridad contra los que se ha aprendido a lidiar con distintas técnicas e incluso buenas prácticas o políticas que se deben seguir. En el pasado existía un cifrado clásico con el que se cambiaban algunas letras de frases a cifrar por otras letras, números o combinaciones; al no ser suficientes, los criptógrafos investigaron y debido a los avances en la matemática y la tecnología se ha logrado obtener algoritmos mucho más seguros. Aunque no lo parezca, la criptografía no es solo una cuestión de informáticos; por el contrario, suele formar cada vez más parte de nuestra vida cotidiana, ya que a diario usamos claves para producir la salida...