Iglesia de San Lucas, en Roma

It is difficult to know what is the true source of the harmony which this church exhibits, for it has many powerful and inspiring features, such as the strong contrasts in light and shade of the roof, the broken surface of the end wall, the candour of the presbytery marble, the many tones of the light passing through the glazing, the sober ornaments of the pulpit, the altar, and the balustrade, beautifully designed in a modern style. All these harmonise well together, in gentle, restrained, spontaneous tones. This is a church from which one tends to walk out on tip toe, not to break its subdued, misterious charm. The external aspect is appreciated better after having been inside this church. The soberness and coherence of its external elevations clearly enhance the nature of this building as a «sacred island» in the midst of a district where the everyday language is far more worldly. In religious architecture success has nothing to do with approval by the critics or even by the mass of the people. What matters is that the faithful shall feel satisfied: that they can pray with devotion inside a building. By this standard. Saint Lucas Church is highly successful, for here the deep thought of the designer undoubtedly serves to inspire a greater religious devotion.<br><br>Es difícil definir de dónde brota la armonía que se respira en esta iglesia: de los fuertes claroscuros de la cubierta y de la «movida» pared del fondo, del candor del mármol del presbiterio, de las luces de tonalidades diversas procedentes de las vidrieras, de los ornatos sobrios de la balaustrada y del pulpito, del a l tar con el Sagrario de bello diseño moderno...; todas son notas ligadas en acordes de sonoridad, suaves y naturales. De esta iglesia se sale de puntillas, para no romper ese encanto misterioso que posee, incluso cuando está en soledad y silencio. Después de visitar el interior, se comprenden mejor los alzados exteriores, la sobriedad de sus líneas, la coherencia de la estructura, la severidad de las fachadas, y, sobre todo, su valor de «isla sagrada» en un barrio donde las casas se hablan en un lenguaje inarticulado y uniforme. En materia de edificios religiosos no se debe entender por éxito la aprobación de la crítica o incluso de la masa, sino la de los fieles de todas las categorías, basada en la posibilidad de «rezar bien en su interior», y esto lo ha conseguido plenamente la iglesia de San Lucas, en la cual, y merced a una meditación profunda, la técnica ha prestado los medios de sostén y expresión