El artículo aborda un debate acerca del teatro contemporáneo en el que las teorías del teatro dramático se interrelacionan con otras maneras de comprender el arte escénico. El teatro clásico —regido por las unidades de tiempo, espacio y acción planteadas por Aristóteles— es cuestionado, o al menos puesto en duda, como la única forma de asumir el acontecimiento teatral. La posmodernidad dio pasos esenciales en la generación de nuevas propuestas escénicas, y lo posdramático propicia una mirada amplia y diversa del drama; los sucesos históricos se contraponen a acontecimientos ficcionales y sin una fábula explícita. Pero lo posdramático también cae en la incertidumbre. Su particular forma de acogerlo todo constituye su punto débil; se equipara...