El siglo XV es una centuria donde progresivamente se abandona la oralidad del escrito y la lectura en silencio comienza a hacerse hábito. Asimismo, el texto se vuelve materia de imprenta, alejándose de la personal marca del manuscrito. En medio de estos cambios, la literatura toma formas de escritura diversas, y quizás metamorfosea en su manera de construirse esos traslados materiales del lenguaje, los cambios de la creación y de la recepción. Ahora se implanta un estadio intermedio más entre el papel y el autor: la versión última no es la del manuscrito que se termina y se rubrica a la luz del candil, sino la que componenlos Hurus o los Hagembach. Y su lector no se pone en contacto con los interminables borrones de pluma de copistas que tr...