Tras la caída del colonialismo europeo en el siglo XX, el mundo intelectual occidental experimentó una profunda crisis de conceptos, métodos y legitimidad. Occidente se convirtió en «otro» Occidente, y fue en ese entorno donde la disciplina antropológica, cuya labor era precisamente conocer a otras sociedades, experimenta un proceso de crisis y deconstrucción. Por un lado esta crisis plantea la desaparición del objeto de estudio de la disciplina, de esas sociedades «primitivas», pero por otro esa deconstrucción sienta a su vez las bases para reconstruir los fundamentos que otorgan relevancia a la profesión antropológica. A lo largo de este texto se ilustran numerosos ejemplos sobre cómo la labor etnográfica es esencial en los procesos de in...