Si la antropología no está en crisis, debería estarlo. Y en crisis permanente, además. Como cualquier otra ciencia, la antropología ha de estar bajo el continuo escrutinio de quienes la practican, con el fin de mejorarla. Lo que está en juego no es meramente la posibilidad de producir representaciones pulcras y certeras del mundo social, sino la posibilidad de transformarlo para mejor. Esta es una de las apasionadamente serenas reflexiones que Esteban Krotz comparte con nosotros en esta entrevista1. Quien conoce la antropología latinoamericana podrá identificar en esa posición uno de los ejes movilizadores de la disciplina en el continente; quien no la conozca, la percibirá con claridad entre las líneas que siguen. Esteban Krotz fue uno de ...