<p>Esta sesión solemne que celebramos hoy, gracias a la obligante solicitud del cadémico Laurentino Muñoz, ha debido realizarse el año pasado, pero debido a múltiples inconvenientes y al congestionado calendario de las actividades de la Academia, ello no fue posible, por lo cual rogamos a los oyentes se sirvan disimular la tardanza de esta celebración.</p><p>Para la Academia Nacional de Medicina que ha conservado a través de los años una severa tradición de reconocimiento de los valores humanos, es especialmente grato rendir este homenaje de admiración a los ilustres hombres de ciencia que la honraron con sus ejecutorias ya los distinguidos miembros de la profesión médica que tuvieron su raigambre en ese maravilloso rincón...