España no ha sido nunca una sola cosa. Pero este dato, que se reconoce fácilmente repasando los eventos más destacados de su historia, prontamente se olvida cada vez que los pueblos americanos de habla hispana queremos pensar y relatar nuestra historia. No resulta cómodo hablar de hispanidad en nuestros tiempos. Lamentablemente la expresión le recuerda todavía a muchos la defensa a ultranza de cierto recalcitrante nacionalismo español, cuyo mayor defecto fue haber fomentado, paradójicamente, el desprecio por las múltiples formas de la hispanidad. Sin embargo, es necesario mirar de nuevo, con un lenguaje fresco y desprendido de prejuicios, las ricas y variadas tradiciones musulmanas, judías, conversas y cristianas que le dieron forma a la ...