Con respecto a la política europea debe indicarse que si bien el problema que conformaba la emancipación hispanoamericana se planteó en el concierto del orden internacional, antes de 1815, fue después de la caída de Napoleón cuando se convirtió en una candente preocupación, trascendiendo más allá del campo de batalla y de la misma España. Finalizadas las guerras napoleónicas, y ante los perentorios reclamos de España y los principios de restitución y legalidad sostenidos por la Santa Alianza, las cancillerías europeas tuvieron que tratar el problema. Los intereses de las potencias fueron, desde el comienzo, diferentes y contradictorios. Inglaterra condicionó su mediación en el conflicto en la medida que ella no afectara su política coloni...