Para estudiar el sermonario de Espinosa Medrano

Un estudio del sistema expresivo de Juan de Espinosa Medrano atrae por la posibilidad de iluminar aspectos mal conocidos de la lengua culta de nuestro siglo XVII. Dicho estudio reclama una minuciosa compulsa del material paradigmático y de la perspectiva sintáctica que ofrece el sermonario'. Este campo expresivo no es desdeñable en un orador sagrado pero exige cautela, toda vez que muchos de los cartabones que presiden \ua0a investigación sintáctica de textos de esta época miran fundamentalmente a la lengua escrita, y la lengua de un orador sagrado se ve mas exigida de observación esmerada y demanda atención espacialísima hacia el campo fonoestilístico. Un orador no escribe sermones para que sean leídos, sino para que sean dichos y escuchados. Timbre de voz y melodía se hallan indudablemente previstos en la perspectiva creadora de comunicación en un orador sagrado. Los recursos expresivos de-un Cervantes o un Mateo Alemán no deben haber preocupado tanto a Espinosa Medrano, lector asiduo de Góngora, frecuentador de Gracián, consultor tenaz de textos filosóficos y eficiente lector de polianteas y retóricas, según lo confirma el inventario de su biblioteca