Francisco Márquez-Villanueva y Carlos Alberto Vega (eds.), Al­fonso X of Castile. The Learned King (1221-1284). An International Symposium Harvard University, Harvard, 1990

Publicadas ocho años después de la celebración de los 700 años de la muerte del rey sabio, las aetas de este simposium constituyen un buen ejemplo del interés y la riqueza que para los estudiosos del desarrollo cultural de occidente sigue ofreciendo el periodo alfonsí. Los siete artículos que constituyen el volumen se concentran, con diferentes grados de especificidad, en cuatro aspectos de la obra cultural de Alfonso X: su labor como patrón y estudioso de la astronomía; las posibles fuentes históricas de la General Estoria; el estudio de las Cantigas de Santa Maria; y el alcance y el sentido de su proyecto cultural. Tanto par su extensión como por su carácter mas general, el artículo de Márquez-Villanueva "The Alfonsine cultural concept" ofrece un telón de fonda sobre el cual puede valorarse la empresa cultural de Alfonso X. Dejando de lado las calificaciones simplistas -que ven en el rey un erudito medieval encerrado en su torre de marfil, o al patriota ocupado en la creación de una prosa castellana-, Márquez- Villanueva reconoce en la obra alfonsí al creador del gran proyecto de transmisión cultural a occidente en la Edad Media. En Sevilla, Toledo y Burgos logró armonizar el trabajo de moras, cristianos y judíos en una febril labor de traducción cuyo correlato necesario, fue el nacimiento y desarrollo de una prosa castellana. No de otra manera lo recuerda Don Juan Manuel: "Et tanto cobdicio que los sus regnos fuesen muy sabidores que fizo trasladar en este lenguaje de Castilla todas las sciencias". El supuesto filo-semitismo de rey Alfonso es descartado también par Márquez-Villanueva con sólidos argumentos: basta leer las Cantigas para percibir la autenticidad de su piedad religiosa; par otro lado su interés y en muchos casos rescate de las raíces latinas, no solo peninsulares sino también europeas, pone de manifiesto su apego a una herencia cultural. De hecho la labor de moras y judíos -culturas vivas y florecientes en su reino- fue la de retomar una empresa cultural que los monjes cartujos y cistercenses no pudieron realizar en España como la habían hecho en el resto de la europa occidental. Con gran realismo el rey Alfonso comprendió que esta labor solo podian realizarla en Castilla árabes y judios