El artículo trata de poner de relieve el lugar de lo ético no desde una perspectiva externa, sino en su status nascendi antropológico. Para ello adoptamos dos vías de aproximación: el dinamismo interno a la persona y lo distintivo de la acción humana. En el primer sentido, el alguien personal transmite a los irreductibles éticos (deber, felicidad, bien moral...) su radicación y la consiguiente incapacidad de objetivación. Desde el ángulo de la acción, la normatividad ética nos aparece como la única adecuada a su inespecialización biológica. Para el desarrollo de ambos apartados tomamos en cuenta las aportaciones complementarias de Zubiri y Polo.This article seeks to highlight the place of ethics, not from an external perspective, but rather...