Para conducirse según la voluntad de Dios, requiere el hombre una guía que oriente todas sus acciones y todo su obrar libre. Dios nos ha dado la libertad y en cualquiera de sus elecciones el hombre cuenta con esa guía: la conciencia, que es «en el ejercicio de nuestra conducta, el juicio sobre la rectitud, sobre la moralidad de nuestros actos, tanto si los consideramos en su devenir habitual como en la singularidad de cada uno de ellos» \ La conciencia juega un papel decisivo en la vida personal. De ahí el interés de ahondar en el conocimiento de su naturaleza y de su función en la vida moral. Profundizar en su estudio facilita la rectitud de la vida, como conocer cualquier instrumento pone en condiciones de emplearlo con más efi...