Un siglo y medio de economía nicaragüense: las raíces del presente

Esta historia económica de Nicaragua pretendía ser la primera parte de una obra mucho más extensa que analiza la estructura económica actual de Nicaragua, cómo funcionan sus diferentes ramas productivas hoy. Pero para entender las arrugas que hoy surcan el rostro económico de Nicaragua, y su mirada entre alegre y triste, hemos de mirar al pasado, cuando se fueron originando estos trazos: así conoceremos la profundidad de sus raíces. Ante una posibilidad de dejar hoy el cultivo del café nos daremos cuenta de que café y modernización de Nicaragua han sido una sola cosa durante más de cien años y que se trata de un matrimonio difícil de romper. Ante la enorme desigualdad social y pobreza hoy existentes, nos daremos cuenta de que esto se fue generando lenta pero imparablemente en el tiempo, etapa tras etapa, tras el café el algodón, la carne y el azúcar, y que, cuando con la Revolución Popular Sandinista se intentó revertir este proceso acelerando la “modernización” para pasar a un estadio superior, se provocó 70,000 muertos y sólo se arregló a medias. Ante el horror actual a aumentar el déficit presupuestario nos daremos cuenta de que llegar a tener esa disciplina nos costó quince años de desempleo y de parálisis económica bajo la mirada vigilante del Fondo Monetario Internacional. Etc. etc. Sin embargo, este texto de historia cobró tanto espacio y tanta vida propia que decidí separar su publicación del de estructura económica, aun sabiendo que un texto es complementario del otro. Esta historia de Nicaragua, aunque con una breve referencia a la época colonial y su relación con el exterior, comienza en los años del “desarrollo hacia fuera”, protagonizados por el café y la pronta intervención norteamericana, a la que le hace frente Sandino y su ejército de hombres libres. Sigue con la época del crecimiento económico acelerado, bajo la égida del somocismo: los años de la posguerra, florecientes para Nicaragua como para la mayoría de países del mundo, haciendo especial énfasis en sus protagonistas locales, algodón, hamburguesas y Mercomún