Durante los últimos años, los servicios y aplicaciones de videoconferencia han experimentado una serie de cambios debido a la evolución de algunas de las tecnologías implicadas. Históricamente dichos servicios y aplicaciones se habían utilizado en escenarios profesionales muy concretos y gracias a plataformas hardware dedicadas. Sin embargo, la consolidación de tecnologías que permiten el uso de este tipo de sistemas desde plataformas Web ha hecho que sean accesibles desde dispositivos personales como ordenadores, tabletas o teléfonos inteligentes. Esto ha producido un aumento considerable en el número de usuarios que los demandan y en la variedad de casos de uso y escenarios en los que se contemplan. La consecuencia primera de esta ubiquid...