A partir del 11 de septiembre comenzó a gestarse un nuevo escenario internacional, que le permite a Estados Unidos aumentar su presencia en regiones foráneas críticas para sus intereses vitales. La presencia militar de Estados Unidos en estas regiones despertó sospechas no solo de sus aliados sino, también, del conjunto de la comunidad internacional. No obstante, esta percepción comenzó a gestar cambios al producirse una escalada de la acción del terrorismo internacional, cuya violencia lo ha llevado a que sea considerado como una amenaza para la paz y la seguridad mundial. Este nuevo escenario internacional incide en forma positiva en la implementación de la política exterior norteamericana, pues el sentimiento de zozobra permanente que ...