Una de las innovaciones que en su día llamaron quizá más la atención en la última edición del Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española (en adelante DRAE 2001) es sin duda el deslinde que se hace —si bien no en todos los casos— de contorno y definición, según se indica en las advertencias preliminares (p. XLIX): La consideración como propia de una definición depende en muchas ocasiones de la posibilidad de deslindar, dentro de ella, su contenido, es decir, el enunciado semánticamente definidor, distinguiéndolo de su contorno, es decir, de todos aquellos elementos que informan sobre el contexto —sintáctico, situacional, etc.— en que se presenta habitual-mente. En este Diccionario se independizan, mediante el uso de fórm...