El estudio de la formación de palabras constituye un ámbito privilegiado dentro de la producción científica de mi maestro, Félix Monge, que profesó en la Universidad de Santiago de Compostela entre 1966 y 1968 y cuyo recuerdo lo acompaña siempre. Me consta que el cariño hacia Monge por parte de sus alumnos compostelanos es recíproco. De modo que he querido contribuir en este homenaje al Prof. Guillermo Rojo con un tema que le permitiera recordar al viejo maestro y a su discípula, discípula a la que el Prof. Rojo hubo de juzgar, en el otoño de 1979, en el concurso-oposición a la plaza de Profesora Agregada de Lengua Española de la Universidad de Zaragoza. El Dr. Rojo actuaba como secretario del tribunal. Así lo conocí personalmente (había le...