"No matarás. Si de límites se trata, la reflexión en torno al mandamiento-límite, ¡no matarás!, es quizás la que se impone con mayor fuerza en la lectura de las obras de Albert Camus. Mediante la extrañeza que suscita Marsault en la que comienza a hacerse escuchar el latido de ese mandato, o la interpelación con la que inicia el Mito de Sísifo, el escalofriante desempeño de Calígula, o el desasosegante Malentendido, la lucha desesperada contra La peste, o el drama de la conciencia moral de Los justos y la burlesca de Los poseídos, Camus ha tratado de diferentes maneras de mostrarse y demostrarnos su desaprobación del homicidio. Que las náuseas de su padre ante la ejecución de la pena capital eran un síntoma provocado por la ira de Némesis.....