Resumen: No cabe duda que el contrato surge en el mundo como instrumento idóneo para el imprescindible intercambio de bienes y servicios entre las personas en sociedad; y que atento a la realidad económica de la época, se desarrolló en base a una concepción de los negocios jurídicos como entidades independientes. De esta manera, la codificación de Vélez Sarsfield, que tuvo por base el modelo napoleónico, consagró como principios fundamentales la autonomía de la voluntad, el “Pacta sunt servanda”, y el “Res inter alios acta”, entre otros. Es por ello, que tradicionalmente se ha entendido y considerado que el contrato es siempre una entidad aislada, que se satisface a sí misma y a las partes. Sin embargo, el sujeto de derecho de hoy se ve exp...