El Apocalipsis no deja nunca de leer los signos de cada periodo, de cada tiempo, los signos que marcan la historia. El Apocalipsis es intrínseco a la fe cristiana. Por lo tanto, se solicita para reconstruir otra visión del mundo. En este sentido, el Apocalipsis demanda profecías e instala una relevancia profética ya que instaura una crítica a entreabrir otro sentido, a desvelar otro sentido descubriendo un nuevo horizonte. Esta es la visión permanente de la fe misma, siempre apolcalíptica, una revelación "por fe y para fe" (Rom 1,17). Por lo tanto, no es de extrañar que este proceso comience en los orígenes de la fe cristiana. Por lo tanto, podemos hablar de un contexto apocalíptico en el Nuevo Testamento, ya sea en la experiencia de Jesús,...