Consumo de AINES, gastroprotección y reacciones adversas en población adulta en el municipio de Avilés

Introducción Los AINE son uno de los grupos de medicamentos más consumidos en los países desarrollados1-4. Su amplio uso se debe, en parte, a la alta frecuencia de enfermedades reumáticas en la población para las que los AINE son muy utilizados5. Sin embargo, su empleo está relacionado con un amplio espectro de reacciones adversas, especialmente en el tracto gastrointestinal6. Son escasos los trabajos publicados en nuestro país sobre consumo de AINE, y no se han hallado en la literatura revisada estudios epidemiológicos sobre consumo de AINE que incluyan consumo por prescripción médica del Sistema Nacional de Salud, mutuas o sistema privado y automedicación, así como la aparición de reacciones adversas y el uso de medicamentos para prevenir el daño gastroduodenal. Objetivos El objetivo general del presente estudio fue conocer la prevalencia de consumo de AINE y de las reacciones adversas asociadas a su uso, en la población adulta del municipio de Avilés. Los objetivos secundarios fueron conocer la gastroprotección utilizada, el patrón de consumo de AINE y el perfil del consumidor de AINE. Sujetos y Método Se trata de un estudio epidemiológico descriptivo transversal. La población a estudio la constituyó la muestra seleccionada de la población del municipio de Avilés mayor de 20 años. Para obtener esta población muestral, estratificada por grupos de edad y sexo, se usó el padrón del año 2.011 del municipio de Avilés. El cálculo del tamaño muestral se hizo a partir de la población del municipio de Avilés de 20 años y más, para una frecuencia esperada de consumo de AINE del 20%1,5, con un nivel de confianza del 95% y un error de ±5%. El tamaño muestral obtenido fue de 245 sujetos. Se seleccionaron un 40% de sujetos más para la sustitución de posibles pérdidas. Todas las encuestas fueron realizadas mediante entrevista, telefónica o personal. El cuestionario incluyó variables clínicas, sobre medicamentos, uso de recursos sanitarios y presencia de reacciones adversas. Se rellenó una ficha para cada AINEconsumido con datos sobre duración de tratamiento, frecuencia de consumo, dosis diaria, si se tomaba o no por prescripción médica y el uso de gastroprotección. Resultados Casi la mitad de la población encuestada (41%, n=102) había consumido AINE el mes anterior a la realización de la encuesta. El Ibuprofeno fue el AINE más utilizado (46% del consumo). Las indicaciones de uso de los AINE más frecuentes fueron la osteoartrosis y la cefalea, seguidas del dolor inespecífico, la lumbalgia, ciática, la dismenorrea, la migraña y la fibromialgia. Un 47,6% de los entrevistados tomaron AINE porque se los había prescrito el médico. Un 26,2% los utilizaron sin prescripción médica y en otro 26,2% de los casos hubo prescripción médica inicial pero, en el momento de realizar la encuesta, se automedicaban. El 17,66% de los consumidores de AINE utilizaban más de un AINE al mismo tiempo. Casi la mitad (43%) de los consumidores de AINE entrevistados utilizaba fármacos gastroprotectores. Un 36,6%, de los que pertenecían a grupo de riesgo no utilizaba fármacos gastroprotectores. Un 13,1% de los consumidores de AINE que no presentaban factor de riesgo de gastropatía por AINE, usaban gastroprotección. El 70,6% de consumidores presentaron reacciones adversas digestivas. El análisis multivariante mediante regresión logística, señaló el uso de gastroprotección, la presencia de enfermedades genitourinarias y la presencia de enfermedades musculoesqueléticas como las variables que se asocian significativamente con el consumo de AINE en nuestro estudio. También se encontró asociación entre la conducta ser consumidor de AINE y la edad: a mayor edad, menor consumo. Conclusiones Nuestro estudio confirma el amplio uso de AINE en la población adulta del municipio de Avilés y en particular las edades más jóvenes. Este consumo podría estar escapando al control de los profesionales sanitarios, que deberían esforzarse en averiguar la utilización real de los AINE entre sus pacientes, e investigar en ellos si el fármaco está correctamente indicado en cada caso, si la selección del mismo fue la adecuada y si la pauta, frecuencia y duración de tratamiento son las apropiadas. Además, deberían estudiar la existencia de factores de riesgo e interacciones medicamentosas que contraindiquen su consumo. Se observó una alta frecuencia de efectos adversos entre los consumidores de AINE. Parece fundamental que los usuarios de estos fármacos conozcan las posibles reacciones adversas asociadas a su consumo, para que puedan identificarlas con prontitud e informar sobre ellas a su médico o farmacéutico. Por su parte, los profesionales de la salud deberían hacer un seguimiento clínico y analítico de los pacientes con tratamientos de larga duración, con el fin de detectar lo antes posible la aparición de efectos adversos