A finales del siglo XIX, la necesidad de reflejar en las obras contenidos más sencillos y cercanos al espectador, ocasionó en todos los géneros, en general, y en el paisaje, en particular, una nueva forma de ver y entender la obra de arte. Las salidas frente al natural enfrentaron a los artistas cara a cara con la Naturaleza, aprendiendo a observarla con todo detalle y trasladarla con la mayor fidelidad posible al lienzo. Y dentro de las especies vegetales, fue sin duda, el árbol el que concentró todas las miradas, siendo él el verdadero protagonista del paisaje de fin de siglo. Y así como en el resto de las especies no resulta posible realizar un análisis concreto, en el estrato arbóreo se puede observar el interés de los artistas por repr...