Para constituir la sociedad y salir de la miseria del estado de naturaleza, los seres humanos organizan la vida e imaginan las instituciones encargadas de regular los comportamientos individuales y las relaciones interpersonales. Pero, más allá de establecer los medios que hacen posible la vida individual, se las ingenian sobre todo para organizar el mundo circundante pensando la vida para intentar escapar de la violencia, del abismo del sin sentido con el fin de ser felices. En consecuencia, todas las sociedades se enfrentan a la pregunta de la vida buena: ¿para qué vivir? ¿Por qué vivir y como comportarse bien en los planos individual y colectivo en el sentido del respeto a la humanidad? Este texto se suma a las tentativas de resp...