El discurso femenino se ha asociado tradicionalmente a la cortesía y la indirección, dos rasgos que chocan frontalmente con la norma lingüística imperante en discursos agonales como el parlamentario. Para constatar la veracidad de esta afirmación, el presente artículo aborda el análisis pragmalingüístico de uno de los recursos que se encuentran al servicio de la modificación de la fuerza ilocutiva de la aserción: aquellos verbos realizativos que introducen la opinión del hablante indicando el grado de responsabilidad que este asume ante el dictum. Este estudio pretende, pues, identificar los verbos de opinión empleados en cuarenta preguntas orales y veinte interpelaciones correspondientes a la viii Legislatura del Parlamento andalu...