El principal empeño de FREUD a lo largo de «La interpretación de los sueños» estriba en mostrar, aunque sólo sea parcialmente, que cada sueño tiene una organización subyacente tan coherente como lo pueda ser cualquiera de nuestros restantes actos psíquicos. Y no sólo eso, sino que existe una característica común a todos los sueños, sin la cual resulta imposible entender lo que es el fenómeno onírico: «El sueño no es comparable a los sonidos irregulares producidos por un instrumento musical bajo el ciego impulso de una fuerza exterior y no bajo la mano del músico. No es desatinado ni absurdo, ni presupone que una parte de nuestro acervo de representaciones duerme, en tanto que otra comienza a despertar. Es un acabado fenómeno psíquico, y pr...