Las manifestaciones literarias de la América colonial ofrecieron una dominante factura barroca, debida a la influencia de las Soledades y de otros poemas culteranos de Góngora, aunque esta inclinación culterana hacia la expresión refinada, la belleza sensorial y la abundancia imaginativa no se debe solo a este autor ni se redujo a cuestiones de estilo. El artículo analiza la continuidad en una línea de obras que van desde El Ignacio de Cantabria (1639) de Pedro de Oña hasta el Poema heroico (1666) de Domínguez Camargo, que reproducen temáticas y procedimientos estilísticos gongorinos. El análisis de la épica culta colonial conduce a varias conclusiones: la importancia de las academias y los certámenes; la posible relación en la preferencia ...