Revisión bibliográfica de la depresión postictus en el adulto

La importancia del evento cerebrovascular no solo radica en la cantidad de muertes que produce cada año sino en la morbilidad y afectación en la calidad de vida de quienes lo sufren. Con el desarrollo de la medicina la cantidad de sobrevivientes es cada vez mayor lo cual la convierte en una patología crónica con múltiple impacto en las personas, cuidadores, los sistemas de salud y la sociedad. Asociada la inminente secuela neurológica que puede ocasionar como lo es la afectación sensorio-motora, no se debe depreciar que es una de las patologías con mayores manifestaciones neuropsiquiátricas. Dentro de ellas, la más común es la depresión postictus; una complicación que conduce a un mal estado funcional, mayor discapacidad y mortalidad. La detección, prevención y tratamiento temprano de la depresión postictus son esenciales para la recuperación y el pronóstico de las personas que sufren un evento cerebrovascular. Los principales factores de riesgo para su desarrollo son la dependencia funcional y el antecedente de depresión previa, pero existen varios otros. Posiblemente tiene una naturaleza biopsicosocial y su etiología incluya múltiples mecanismos para los que actualmente se postulan varias hipótesis implicadas asociadas a la neuroanatomía, neurobioquímica y neurogenética. Para su diagnóstico el uso de herramientas de evaluación para la detección temprana como el cuestionario PHQ-9 y la escala de autoevaluación PSD-S mostraron buena confiabilidad y validez. En relación con el diagnóstico se ha adoptado el uso de los criterios diagnósticos del DSM -V para el Trastorno depresivo mayor, especificado como “un trastorno depresivo debido a otra afección médica” y se han propuesto criterios diagnósticos para los síntomas depresivos post ictus. Existen intervenciones tanto farmacológicas como no farmacológicas. El tratamiento antidepresivo oportuno no solo es útil para aliviar la depresión, sino que también beneficia el resultado neurológico y el pronóstico a largo plazo. Su elección debe llevarse a cabo con base en el perfil de interacciones farmacológicas y su influencia sobre la enfermedad. Como tratamiento de elección se ha documentado el uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina por su perfil de seguridad y no se ha demostrado que alguno tenga una eficacia mayor sobre otro. Además, las terapias psicosociales y la terapia neuromoduladora ha mostrado beneficio. Sin embargo, se necesitan más estudios con mayores muestras y criterios mejor definidos sobre la detección, diagnóstico y estrategia de tratamiento de la PSD.UCR::Vicerrectoría de Investigación::Sistema de Estudios de Posgrado::Salud::Especialidad en Psiquiatrí