Entre los Papeles que dejó Aldo Oliva al morir se encuentra una especie de breve autobiografía, irónica, que terminó sirviendo de contratapa para su Poesía completa. Allí dice: "A los quince años me tropecé con la cultura: no la recuerdo". En un poeta como Oliva, cuya erudición y paciente trabajo sobre la tradición occidental salta a la vista al primer poema que leamos, esta frase llama la atención. Pero, de hecho, el paradójico cruce entre tradición y novedad, entre cultura y olvido, recorre la obra del autor, produciendo una poética a un tiempo clásica y rupturista. A partir del análisis de algunos poemas de su último libro, Ese General Belgrano y otros poemas (2000), y de algunas reflexiones nietzscheanas sobre el peso de la historia par...