Evaluación de peligros geológicos en el Cerro San Juan. Distrito Caraz, provincia Huaylas, departamento Áncash

El Ingemmet, ente técnico-científico que desarrolla a través de los proyectos de la Dirección de Geología Ambiental y Riesgo Geológico (DGAR) la “Evaluación de peligros geológicos a nivel nacional (ACT. 11)”, contribuye de esta forma con entidades gubernamentales en los tres niveles de gobierno mediante el reconocimiento, caracterización y diagnóstico del peligro geológico. El presente informe técnico es el resultado de la evaluación de peligros geológicos en el sector del noroeste del Cerro San Juan; perteneciente a la jurisdicción del distrito Caraz, provincia Huaylas y departamento Áncash. En el sector afloran tobas vítreas a cristalinas (Formación Yungay), color gris blanquecino, la roca se observa altamente meteorizada y muy fracturada con espaciamientos de 0.05 a 0.30m. Sobre las laderas se tienen depósitos coluviales compuestos principalmente por bloques heterométricos provenientes de volcánicas. Están compuestos por bolos (30%), cantos (30%), gravas (20%), arenas (10%), limos (10%). La forma de los fragmentos de roca (subangulosos) indican recorrido corto. Las geoformas identificadas corresponden a montañas y colinas modeladas en rocas volcánicas, presenta laderas de pendientes variables que van de fuertes (25° a 45°) a muy escarpado (> 45°) y geoformas de piedemonte como vertiente de detritos poligénicas (depósitos proluviales); también se observa otras geoformas como terraza fluvioglacial, terraza baja aluvial y cauce del río. Los peligros geológicos identificados en el sector noroeste del Cerro San Juan y alrededores, son de tipo movimientos en masa y corresponden a derrumbes, caída de rocas; así como procesos de erosión en cárcavas. En el mes de junio del 2022 en el sector noroeste del Cerro San Juan, se produjo un proceso de caídas de rocas. En los cortes de talud se aprecian bloques de tobas inestables que llegan a tener diámetros hasta de 2m. En la falda de la ladera norte del Cerro San Juan se observó “viviendas” de material rústico, ubicados en una longitud de 500 m. En la ladera colindante se tienen bloques colgados de hasta 2 m de diámetro que podrían desprenderse (caídas de roca o derrumbes) en temporada de lluvias intensas y/o sismos, y caer sobre las casas. Además, se tienen procesos de erosiones de ladera que en temporada de lluvias intensas podrían activarse y afectar las viviendas. Por las condiciones geológicas, geomorfológicas, hidrogeológicas y geodinámicas del sector, es considerado como Zona Crítica y Peligro Alto a la ocurrencia de caídas de rocas, derrumbes y flujos de detritos, que pueden ser desencadenados en temporada de lluvias intensas y/o sismos. Finalmente, se brinda algunas recomendaciones a fin de que las autoridades competentes pongan en práctica: como prohibir, restringir y/o controlar la apertura de caminos de herradura, construcción de viviendas u otra actividad antrópica en la ladera del cerro, sin antes haber realizado un estudio previo por profesionales especialistas, que aseguren la estabilidad de la ladera