En las últimas décadas, Richard Rorty y Donald Davidson han puesto en duda, con muy buenos argumentos, la viabilidad de las teorías clásicas o sustanciales de la verdad, aquellas que buscan definir este concepto sobre la base de nociones como correspondencia, coherencia y aseverabilidad garantizada. Entre estas se incluye la concepción de Charles Sanders Peirce, según la cual verdad es el nombre que recibiría la opinión destinada a ser aceptada por quienes investigan en un supuesto fin ideal de la indagación, tesis que subyace a la postura de quienes ven la verdad como una meta de nuestras prácticas epistémicas. Más allá de algunas diferencias entre Rorty y Davidson sobre la importancia explicativa de este concepto, su posición básica es qu...