En concordancia con el retorno de las instituciones democráticas en Argentina comienza a configurarse un nuevo escenario político-institucional y social mediado por dos factores de diferente escala pero gran significación: la Reforma del Estado y los efectos de la Globalización Económica. La reforma estructural del Estado impulsada a comienzos de los ?90 marcó el fin del Estado de Bienestar e implicó una profunda transformación de las estructuras gubernamentales, las que bajo los designios de una "megatendencia descentralizadora", comenzaron a transferir responsabilidades y atribuciones hacia los gobiernos locales. Paralelamente se reconoce una crisis del paradigma de planificación tradicional, cuyos métodos -casi siempre disociados del áre...