Reconocemos al Juego como práctica cultural, convencimiento que nos impulsa a abordarlo como objeto de estudio, y a pensarlo lógicamente para poder ser enseñado. Esta tarea implica identificar sus rasgos o saberes para dar cuenta de ellos en la enseñanza. En la revisión de prácticas de enseñanza investigadas, observamos a profesores y docentes referirse a la misma como "dar juego". Cabe preguntarnos entonces si está práctica responde a la enseñanza de un saber. Encontramos que no es lo mismo dar juego que enseñar juego; habrá enseñanza en tanto y en cuanto haya transmisión de saberes, el mismo se problematice y se coloque como asunto a ser estudiado. ;Por todo esto, nos encontramos con la necesidad de diferenciar entre "dar juego" y "enseña...