Innovación docente en Farmacología: relato de nuestra experiencia en el aprendizaje basado en artefactos (ABA)

En la cima del aprendizaje centrado en el alumnado, los profesores nos enfrentamos al desafío constante de incorporar estrategias en las que los estudiantes deben ser los protagonistas del proceso de enseñanza-aprendizaje y no unos meros receptores de información. En este sentido, los objetivos principales de la estrategia docente llevada a cabo durante los últimos años en una de nuestras asignaturas optativas son facilitar el aprendizaje de la Farmacología, favorecer el trabajo autónomo y propiciar el trabajo colaborativo entre nuestro alumnado. Con este propósito, esta propuesta de innovación docente consiste en utilizar una adaptación y mezcla del Aprendizaje basado en problemas (ABP) y el Aprendizaje basado en proyectos (ABPy), de manera que los alumnos trabajan, en cada tema, unos objetivos propuestos por ellos mismo en coordinación con el profesorado y luego los exponen mediante miniproyectos (artefactos). Debido a su carácter innovador y porque son menos comunes y menos conocidos en el ámbito académico, en este artículo profundizamos en la explicación de cómo implementamos las flashcards, la medicina narrativa y el Examen Clínico Estructurado Objetivo (ECOE) como ejemplos de artefactos obligatorios en nuestras clases. La ventaja de utilizar esta metodología, en comparación con un método tradicional centrado en la lección magistral, es que la implicación del alumnado es mayor a lo largo de todo el curso, asistiendo y trabajando en todas las clases, interactuando con los compañeros y el profesorado de manera continua y aprendiendo a buscar y gestionar información en fuentes bibliográficas fiables. Pioneering the approach of student-focused education, educators constantly grapple with the task of weaving in cutting-edge, interactive, fluid, and frequently artistic teaching techniques where students take center stage in the process of learning, instead of merely being passive receivers of knowledge. In this context, encouraging students to create their own learning resources can augment their educational experience, invigorating their engagement, diligence, and enthusiasm. The main objectives of the teaching strategy carried out in recent years in one of our elective subjects are to promote students’ autonomous work, facilitate the learning of Pharmacology, and encourage collaborative work among our students. For this purpose, this educational innovation proposal consists of using an adaptation and blend of Problem-Based Learning (PBL) and Project-Based Learning (PjBL), so that students work on objectives proposed by themselves in coordination with the teaching staff and then present them through a mini-project we have called artifacts. Due to their innovative nature and because they are less commonly used and less widely known in the academic field, in this article we delve into the explanation of how we implement flashcards, narrative medicine, and the Objective Structured Clinical Examination (OSCE) as examples of mandatory artifacts in our classes. The advantages of implementing this methodology, in contrast to a traditional approach reliant on conventional lectures, include heightened student engagement throughout the entirety of the course. Students attend and participate actively in all classes, continually interact with peers and faculty, and learn to critically seek out information from reliable bibliographic sources