Simulación con Python de un proceso de deshidratación de bioetanol a bioetileno

El mundo actual está presenciando una notable evolución en la educación. Continuamente, se exploran nuevas formas de involucrar más a los alumnos en el proceso educativo, con objeto de mejorar la comprensión de los contenidos. Una de las herramientas más poderosas, para dicha tarea, es el uso de materiales interactivos. Diferentes estudios demuestran que, dichos recursos innovadores, tienen la capacidad de captar la atención de los alumnos y mejorar la calidad de la pedagogía. Además, gracias a este medio, de enriquecimiento de la experiencia educativa, se puede hacer hincapié en los desafíos a los que se enfrenta la sociedad. El cambio climático se ha convertido en uno de los problemas más urgentes de nuestro tiempo. A medida que se toma conciencia de los impactos devastadores que tienen los combustibles fósiles, no solo para el medioambiente, sino también para la salud de las personas, resulta fundamental incorporar, en las aulas, un mensaje de responsabilidad ambiental. En este sentido, la integración de materiales didácticos en el aula ofrece una oportunidad, tanto para el desarrollo de una docencia efectiva, como para fomentar la conciencia ambiental entre los alumnos. Al unir estos dos conceptos, aparentemente dispares; el uso de herramientas o materiales interactivos en el aula y la conciencia sobre el cambio climático, se puede construir una educación más completa y significativa. Al proporcionar a los alumnos las herramientas necesarias para explorar y comprender el mundo que les rodea, al mismo tiempo que se les empodera para abordar los desafíos ambientales, se estará formando ciudadanos conscientes y comprometidos con un futuro sostenible