Ciudadanía e identidad digital

Ya hace tiempo que Internet dejó de ser una novedad, lo que en un principio se identificaba con páginas web estáticas ha evolucionado hacia el estado que tenemos en la actualidad. La Red se ha difuminado en una serie de servicios, herramientas y utilidades de las que no siempre somos conscientes del todo. La extrema generalización de la comunicación digital hace que, lo que antes era privado, ahora cada vez tenga menos probabilidades de serlo y, sin siquiera sospecharlo, nuestra información puede llegar muy lejos, incluso a personas a las que no conocemos y con las que siquiera nos relacionamos. La tecnología ha sufrido cambios espectaculares en los últimos años, la interconexión entre la gente se ha visto incrementada a medida que el tiempo pasa. Nuestra actividad digital no ha dejado de aumentar y el flujo de información se pierde muchas veces por lugares que no podemos controlar. Además, la edad en la que los niños empiezan a disponer de un teléfono con conexión a Internet va disminuyendo con el tiempo. Estos son algunos de los motivos por los que es tan importante la educación, ya que los niños tienen acceso a Internet desde muy pequeños y deben saber desenvolverse en este ámbito. Igual que se enseña cuándo se debe cruzar la calle y cuándo no, también tienen que saber qué se puede hacer y qué no en Internet. Por lo tanto, existe una nueva responsabilidad que ha aparecido en siglo xxi: la de saber ser ciudadano digital