El vicio de respirar: Desplazados y decepcionados del paríso neoliberal

“Una cosa es tener información y la otra es comprender. Y yo diría que, como problema general, nuestra época se caracteriza porque sabemos muchísimo pero comprendemos muy poco”. (Manfred Max-Neef, La Marea, 06/07/2014). Estas páginas son una pequeña contribución a la búsqueda y comprensión de la felicidad. En un mundo en el que se ha globalizado la infelicidad y el miedo, presos tras los barrotes invisibles que nos exilian de nuestra tierra y de nosotros mismos, es preciso reconquistar y reconstruir los referentes universales de felicidad, del sentido de la felicidad COLECTIVA. Quizá fracasemos en el intento, pero ya se sabe que el mayor fracaso es no haberlo intentado. Una de las principales formas en que nos embarcamos en la búsqueda de la felicidad común es recuperando la resistencia pacífica y desobediente de las palabras, pese a la dureza y dificultad de los temas tratados. Pero frente al silenciamiento y fusilamiento verbal al que somos sometidos constantemente a través de los grandes medios de (in)comunicación es innegable la resistencia, perseverar en el vicio de respirar