LAS INESTABILIDADES EN LA ORGANIZACIÓN DE LA ENERGÍA

Las inestabilidades producidas sobre la organización de la energía fósil son de orden global, sobre todo los factores geopolíticos, socioeconómicos, tecnológicos y ambientales de las sociedades contemporáneas industrializadas y emergentes, los cuales provocaran reajustes en los procesos productivos de la organización en grados diversos y dependerá de la adaptación social empresarial y de las respuestas al cambio, dadas las transformaciones necesarias en su anatomía estratégica para responder y adaptarse a los cambios de los entornos, adaptando su interioridad sistémica para vincularse con las inestabilidades y desequilibrios dentro de una significativa complejidad social que va mucho más allá del “orden totalitario” o el “orden de lo sagrado”. Por ello, la dirección tradicional de determinados sistemas organizacionales, lleva a considerar la incertidumbre de manera binaria, debatiendo entre un mundo cierto, abierto al determinismo de las previsiones precisas sobre el futuro y otro donde es casi imposible realizar una previsión, abriendo paso al camino de las probabilidades, que implicaría apropiarse de un elemento de categoría estratégica cuando se asume un escenario de incertidumbres frente a las oportunidades geoestratégicas y globales, a pesar de las sorpresas que siempre existirán como producto del azar. Estamos entonces, dentro de una complejidad ambiental, y de allí la necesidad de que las organizaciones empresariales busquen relaciones sinérgicas entre las funciones y las ramas de la actividad, resultantes de fusiones, reorganizaciones y asociaciones estratégicas con empresas públicas y privadas de otros países, a medida que la globalización avanza. Solo las organizaciones ágiles y adaptables prosperarán en un futuro previsible de “aguas agitadas” y de eventos caóticos