La práctica reflexiva como un elemento para la mejora en la labor docente.

La educación se ha visto afectada por diversos factores del ámbito político, social y cultural, por lo que se ha realizado cambios en los objetivos de la misma. Debido a la creciente necesidad educativa, se requiere profesores reflexivos, que sean comprometidos con su labor, que no se limiten a exponer en el aula, sino que propongan, investiguen, y que se planteen cumplir los objetivos que establece el plan de estudios. El docente reflexivo deberá tener claro qué hacer y cómo para el logro de los aprendizajes que desea alcanzar en el alumno, impulsar la autonomía y la autorregulación en el proceso de aprendizaje, tener presentes las habilidades que posee, aprovecharlas al máximo y sobretodo, enfocarse en las deficiencias y buscar estrategias para resolverlas. En el sector educativo, los docentes en servicio y los docente en formación, deben hacer suya la práctica reflexiva, tomándola como una herramienta que les ayude a comprender el actuar de sus alumnos, evaluar su desempeño antes y durante las actividades que realizan dentro del aula, detectando posibles problemáticas que entorpezcan el desempeño del alumnado y a la vez el proceso de enseñanza-aprendizaje