Resumen. Durante siglos, la historia cultural europea ha sido escrita bajo una óptica eminentemente androcéntrica, que invisibilizó toda aportación de la mujer en la sociedad, negándosele su desarrollo personal y profesional. A pesar de ello, la participación de determinadas mujeres en el progreso de la historia fue determinante a través de las diferentes épocas. Concretamente, en el desarrollo del s. XX , su contribución tuvo un papel bien significativo, por cuanto Occidente experimentó una serie de avances sin precedentes que trajeron consigo la primera ola feminista. En su afán de progreso y como una de las piezas clave del nuevo paisaje cultural, la mujer comenzó a tener presencia activa en diferentes ámbitos de la sociedad. De esta m...