En la tarea de recoger los aspectos más significativos de la realidad latinoamericana, que una interpretación teológica del presente histórico concreto debiera tener en cuenta, se vuelve inevitable enfrentarse a la cuestión de la instalación de la modernidad en el continente. Cuestión más bien de la "crisis de la modernidad", que debe entenderse considerando simultáneamente dos asuntos: la crisis que ella ha provocado en muchos aspectos de la cultura tradicional, incluida la cultura cristiana y eclesial tradicional latinoamericana, y la crisis que la propia modernidad experimenta en sí misma, crisis que se intenta balbucear agregando el incierto prefijo "pos", a la llamada posmodernidad. Después de reconocer la existencia de "múltiples mode...