Tras el fracaso de la Sublevación de Jaca del 12 de diciembre de 1930 y la ejecución de los capitanes Fermín Galán y Ángel García Hernández, las autoridades gubernamentales consiguieron detener a seis de los dirigentes del Comité Revolucionario. Acusados de conspiración para la rebelión militar, se instruyó un sumarísimo cuya vista se celebraría durante los días 20 y 21 de marzo de 1931. Entre estas dos fechas, la iniciativa del Comité Revolucionario — con epicentro en la cárcel Modelo de Madrid— logró trasladar a la opinión pública la existencia de un conflicto de poderes que fue sintetizado durante la vista: la legitimidad de la actitud insurreccional frente a un régimen que había perdido la suya desde septiembre de 1923.After the failure...