El cuerpo celeste que nos resulta más familiar y conocido, aparte del Sol, es la Luna. A cualquier persona que preguntemos por la Luna nos dirá que se ve en el cielo, que es muy brillante con una luz blanca intensa, que presenta zonas claras y oscuras, que presenta fases en un ciclo aproximado de 28 días y que cada día se puede localizar en un sitio diferente del cielo, siguiendo un movimiento hacia el este contrario al movimiento diario general hacia el oeste de toda la bóveda celeste. Con el desarrollo de los telescopios, y posteriormente con las imágenes enviadas por los vehículos espaciales que han visitado nuestro satélite, esas zonas claras y oscuras se mostraron en todo su esplendor, repletas de cráteres, fallas, montañas y ...