Históricamente, la tradición de construir imponentes arquitecturas efímeras en el contexto de fiestas, coronaciones y exequias, tiene un período de esplendor que puede extenderse entre el renacimiento y el barroco; sin embargo, es menos conocido —y estudiado— el hecho de que esta práctica pervive todavía en el siglo XIX con gran éxito. El estudio de las fiestas celebradas en la ciudad de Zaragoza desde mediados del siglo XIX hasta comienzos del siglo XX, pone de manifiesto la trascendencia en la cultura y en la vida urbana de estos acontecimientos a través de la proliferación de cabalgatas, templos, fuentes y arcos de triunfo, donde se materializaban los valores de la época a través de la representación de alegorías y la presencia de import...